2 de marzo de 2011

ZORRITO Y GRULLO


Zorrito y Grullo eran buenos amigos. Un día, Zorrito invitó a Grullo a su casa. Le preparó una deliciosa papilla con leche, se la sirvió en un plato y le dijo:"Come, amigo mío, come."
El pobre Grullo con su pico no pudo comer absolutamente a pesar del hambre que tenía. Mientras tanto, Zorrito con su lengua dejó el plato limpísimo.
-Disculpa- se lamentó el zorro- pero ya no tengo nada más que darte.
-No te preocupes- le contestó Grullo- ¿Quieres venir tú mañana a mi casa?
-Por supuesto, sé que cocinas estupendamente.
Al día siguiente, cuando Zorrito llegó a casa de Grullo se maravilló de lo bonita que estaba puesta la mesa.
-Siéntate, que enseguida sirvo la comida- dijo Grullo.
Éste había cocinado un guiso de carne, tomate, remolacha y patatas. Lo puso en un cuenco estrecho de cuello largo y se lo acercó al zorro.
-Come, amigo mío, come- le dijo.
El zorro intentó comer de todas las maneras posibles pero, por supuesto, le fue imposible meter el hocico dentro del cuenco.Mientras, Grullo fue comiendo trozo a trozo hasta hartarse.
-Disculpa, pero ya no tengo nada más que darte.
Zorrito se fue sin siquiera dar las gracias. Creía que iba a comer para toda la semana y ahora estaba más hambrienta que nunca.
Desde entonces, los zorros no son amigos de las grullas.
Mariana (1º eso D) Ucrania

No hay comentarios:

Publicar un comentario